22 noviembre 2024
Ask Astrology

Existen muchos relatos místicos, espirituales y religiosos que describen el aura. Se le han dedicado muchas obras, con distintas visiones del número de capas de energía que la forman, sus colores y sus propiedades. Aquí puedes aprender a comprender mejor tu aura, purificarla y utilizarla para practicar la curación (sanación del aura).

Si hay un concepto compartido por las tradiciones orientales y occidentales, es el del aura, aunque las explicaciones y significados del término varíen mucho de una visión a otra.

La principal diferencia entre ambos conceptos (oriental y occidental) es que, en la versión occidental, el aura es un atributo reservado a los santos y se sitúa alrededor o por encima de la cabeza.

En la visión oriental, el aura envuelve todo el cuerpo, y todos los seres humanos poseen una. Este concepto ha sido adoptado por numerosas tradiciones espirituales y esotéricas de Occidente.

¿Qué es el aura en el cuerpo humano?

En términos generales, el aura puede describirse como un halo luminoso compuesto por varias capas. También se denomina cuerpo sutil, cuerpo etérico o campo de energía. Según quienes han visto las capas y sus diferentes colores, el halo se asemeja a un arco iris.

Las auras irradian alrededor del cuerpo físico. El estado en que se encuentra un aura puede proporcionar información vital sobre la salud física, la vitalidad psíquica y el nivel espiritual de una persona. En su estado óptimo de armonía y funcionamiento perfecto, las auras se parecen a la de la fotografía superior.

La mayoría de las veces, sin embargo, un aura no será tan luminosa como la de la fotografía debido a los desequilibrios que aparecen regularmente entre las personas y el mundo exterior, dependiendo de los estados psíquicos, espirituales y físicos internos de una persona.

Existen muchas terapias áuricas destinadas a preservar o restaurar este campo energético que es el límite real de nuestro ser, siendo el cuerpo físico sólo su parte visible.

Tu aura: un escudo protector invisible

El aura puede compararse a un escudo protector invisible, nuestra última línea de defensa contra toda forma de agresión física, psíquica o espiritual.

Tu cuerpo físico y tu mente están en constante interacción con tu aura. Si tu aura está en buena forma y funciona armoniosamente, tu cuerpo físico y tu mente estarán en su mejor momento y cumplirán perfectamente sus funciones respectivas. Si tu cuerpo y tu mente funcionan a pleno rendimiento, tu aura reflejará los beneficios de sus efectos positivos.

La interconexión de tu aura, cuerpo y mente explica por qué puedes tener un efecto positivo en tu aura trabajando en tu cuerpo y mente. Cualquier cosa que hagas para mejorarlos repercutirá en tu aura, ¡y viceversa!

Tu aura es el verdadero guardián de tu ser. Te protege contra las acciones externas perjudiciales y te ayuda a beneficiarte de toda la bondad que te rodea.

Tu aura: una red de transmisión de energías sutiles

Tu aura es también un emisor y receptor de energía sutil que te ayuda en tu progreso espiritual y en el desarrollo de capacidades extrasensoriales. Actuando como un relé entre los mundos de energía espiritual que actúan en el universo, tu aura transmite sus vibraciones positivas a tu cuerpo físico.

Esta energía se transforma en sustancias físicas que mejoran el funcionamiento de todo tu organismo. Eso beneficia a tu cerebro, a tu corazón, a tu sistema nervioso y a todos los demás procesos que funcionan en tu cuerpo.

Además, las vibraciones positivas que recibe tu aura desde el exterior te permiten desbloquearte y empezar a utilizar todas tus posibilidades ocultas.

¿Por qué mi aura está desequilibrada?

Tu aura es el verdadero reflejo de tu estado general de bienestar y una advertencia sobre los problemas presentes o futuros. Te avisa lanzando una señal de alerta.

Todos los problemas que encuentras afectan a tu aura. Los campos etéricos afectados por tales perturbaciones cambian de color, vibran a una frecuencia más baja, se vuelven inarmónicos y no cumplen su función de proteger tus cuerpos físico y psíquico, y de acelerar tu desarrollo personal.

En estos casos, necesitas reequilibrar tu aura perturbada para que tus funciones físicas y mentales se coordinen y vuelvan a funcionar en armonía.

Si te sientes bien, si tienes confianza y pensamientos y sentimientos positivos, si tienes éxito y tus proyectos funcionan, tu aura será brillante, clara y pura.

Un aura pura difunde armonía, compuesta de bellas vibraciones, colores y luz brillante, a tu alrededor. Sientes que estás en plena forma, tu mente es rápida y clara, eres dinámico, creativo y expresas todo tu potencial.

En cambio, si te sientes mal, si te falta seguridad en ti mismo, si tus pensamientos son negativos y pesimistas, tus emociones negativas, y si vas de fracaso en fracaso y parece que nunca alcanzas tus objetivos… entonces tu aura estará apagada, desequilibrada y turbia.

Estará reducida, restringida y confinada. Sus vibraciones serán débiles e irregulares, y sólo irradiarán tonalidades oscuras.

Aura Healing

Como tu aura, tu cuerpo y tu mente son interdependientes, no estarás en las mejores condiciones. Puedes llegar a estar enfermo o débil, tu mente suele estar confusa y nublada, y parece que no puedes tomar las decisiones correctas.

Pero todo eso no es irreversible. Para salir de ese círculo vicioso, tienes que actuar sobre tu cuerpo y tu mente para restablecer el funcionamiento armonioso de tu aura, de modo que pueda volver a cumplir su papel de protectora.

Una meditación eficaz para limpiar tu aura de energía negativa

Puedes limpiar tu aura cuando tu estado general sea negativo, cuando no tengas buena salud o cuando fracasen tus planes y proyectos.

Lo mejor es prevenir futuros problemas purificando ahora tu aura. Así evitarás muchos disgustos y conseguirás que tus sueños se hagan realidad mucho más rápidamente.

A partir de ahora, puedes practicar un tipo de meditación que refuerce tu proceso de curación del aura. Puede que no te permita ver tu aura (¡quién sabe, quizá sí!), pero te ayudará mucho a restablecer el equilibrio de tu aura.

  • Aíslate en un lugar tranquilo donde nadie te moleste durante 10 ó 15 minutos, ya sea en el interior o en el exterior.
  • Siéntate en una silla, con la espalda recta, los brazos sobre los muslos y las palmas de las manos hacia arriba. Si estás al aire libre, puedes simplemente apoyarte en un árbol, de pie o sentado con las piernas cruzadas.
  • Inspira y espira de forma natural. Tu respiración se hará más profunda por sí sola, aumentando tu estado de relajación y permitiéndote acceder a un nivel superior de consciencia.
  • Mira fijamente la imagen del aura que has encontrado al principio de este artículo o cierra los ojos y visualízala. La elección es tuya.
  • Ahora transpón la visualización sobre tu propio cuerpo, viéndote encerrado en un aura de la misma forma y colores.
  • Sigue concentrándote en esta visualización y no pienses en nada más. Deja que tus pensamientos pasen por tu mente sin intentar aferrarte a ellos.
  • Observa (o visualiza intensamente) los campos de energía que emite tu aura, empezando por el anillo más externo y continuando hacia dentro, uno a uno, hacia el centro de tu ser.
  • Permanece en este estado de intensa concentración durante 10 ó 15 minutos, y luego reanuda gradualmente tus actividades cotidianas.

Después de practicar esta meditación, deberías sentirte mejor, tener más vitalidad, estar física y mentalmente relajado y ser más optimista. O puede que experimentes sensaciones placenteras que te sean totalmente propias.

Puedes tomarlo como una señal de que has conseguido reequilibrar tu aura, ya que todas las sensaciones y emociones agradables dependen de su salud.

Esta meditación de fortalecer tu aura entrando en contacto con ella, si se hace con regularidad, tendrá una influencia beneficiosa en todo tu ser.

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